El método Montessori es famoso por romper la estructura educativa tradicional donde el maestro transmite al alumno una serie de conocimientos. En las escuelas del método Montessori es el alumno el que se responsabiliza de su propio conocimiento a través de los estímulos atractivos de un lugar preparado para el aprendizaje. En este contexto, el profesor es un guía para una educación multidireccional. Hoy hablamos sobre la relación entre esto mismo y la forma en la que podemos utilizar los videojuegos para educar.
Los videojuegos educativos
Que los videojuegos no sólo sirven para entretener es algo que está bastante claro. Desde hace algunos años, los educadores se han planteado incluir a los videojuegos como manera ofrecer una enseñanza útil con un método agradable para el alumno. Así pudimos ver juegos que nos enseñaban los efectos del alcohol en la conducción para la concienciación en la seguridad vial o juegos simuladores de vuelo que enseñan a los pilotos a desenvolverse en situaciones concretas.
Desde luego, existen juegos que han sido creados específicamente para enseñar o educar. Sin embargo, no sólo los juegos que pretenden ofrecer un contenido educativo son los válidos para ofrecer un aprendizaje.
El juego como modo de aprendizaje
Los videojuegos pueden ser muy buenas herramientas para el aprendizaje aunque su misión final sea el entretenimiento. No existe el entretenimiento puro, si el entretenimiento quiere potenciarse debe nutrirse de otras áreas Hay un lugar común entre el entretenimiento y el aprendizaje. Y es que el aprendizaje se nutre del entretenimiento y viceversa para hacerse ambos más efectivos.
Recientemente hemos podido ver como en escuelas como la de Alameda de Osuna incluían el Minecraft en su escuela para enseñar a los niños de 11 años conceptos relacionados con la geometría y el manejo del teclado, a nivel técnico, así como la autoevaluación y la creatividad. Pero no es este el único juego de éxito que los educadores han tomado en cuenta. Juegos como Portal, Journey o la saga Assassin’s Creed han sido tomados en cuenta para enseñar física, arte o historia respectivamente a los alumnos. El objetivo principal de estos juegos es también hacer disfrutar a los jugadores, sin embargo, como hemos dicho, es más que posible hacerlo a la vez que enseñamos conceptos útiles para la formación curricular del alumno.
Sin dudarlo podemos decir que los juegos, al igual, que el cine, la música o el arte, forman parte de la cultura. Esto les convierte en algo a tener en cuenta en la formación del alumno.
Cómo afrontamos retos
Los padres que se preocupan por la educación de su hijo/a lo apuntan a actividades extraescolares. Esto se hace porque son tremendamente útiles en el desarrollo del niño. La música o el deporte aportan una disciplina de trabajo que es muy buena en otras áreas de la vida, incluida la personal y laboral.
Los videojuegos, en tanto que juego, suponen un reto también para el jugador. Ya estén inmersos en la propia dificultad del juego o sea el jugador quien se imponga sus propias metas, el juego consiste en desarrollar las habilidades necesarias para superar el reto y esto, aprender a afrontar retos, es muy beneficioso para nuestra vida.
En un futuro, montar una empresa, ser el mejor en tu trabajo o conseguir un alto nivel de idiomas, puede llegar a ser otro reto más. La manera de conseguirlo, además, puede ser un juego de niños.