Desde diferentes sectores de la sociedad escuchamos opiniones que nos hablan de que el actual sistema educativo está obsoleto. Sin embargo, es ahora cuando otros métodos, como el Montessori, están cogiendo una relevancia especial. Hoy hablaremos sobre la necesidad de "montessorizar" la escuela pública y la influencia del método Montessori en las escuelas.
La escuela clásica, una institución obsoleta
Si como dice el refrán: "las cosas de palacio van despacio", las cosas del Estado van realmente lentas. Es por eso que una demanda que se ha podido detectar desde hace muchos años, la de la democratización del sistema educativo, no se ha podido hacer efectiva aún. Poco a poco, eso sí, se consigue definir el problema de la educación clásica como un problema de empatía con el alumno.

El desarrollo del modelo educativo actual se debe a una reforma del sistema educativo medieval. Esta reforma se hizo basándose en el trabajo de un teólogo de la Prusia del siglo XVII. Aunque esta reforma fue realmente positiva, también tiene mucho que ver con la imagen productiva del alumno. En el sistema educativo actual tratamos a los alumnos como máquinas de memorizar capaces de trabajar como tales.
Sin embargo, mucho tiempo ha pasado desde la revolución industrial y el método de trabajo ha cambiado por completo. Actualmente, la creatividad y la personalidad del profesional tienen mucho más que ver con su desempeño profesional. Y para el desarrollo de profesionales la escuela clásica es una institución obsoleta.
El momento Montessori
Aunque esto del "método Montessori" nos suene moderno, el método empezó a desarrollarse hace algo más de 100 años. Sin embargo, es ahora cuando ha encontrado realmente su momento. Las cosas no suceden cuando queremos que sucedan, sino cuando tienen que suceder. Ahora encontramos en el mercado una fuerte demanda de un tipo de profesionales desarrollados de una forma diferente.
A principios del siglo XX este método se desarrolló y se propagó por ciertas partes del mundo. Aunque se ha encontrado con ciertos detractores (con una tendencia más conservadora), el tiempo ha ido dando la razón a los que creyeron en este método y hoy, que sabemos que Montessori ofrece todo lo que el sistema clásico carece, se habla, desde diferentes focos, de una "montessorización" de la educación pública. Son los maestros y profesores de la educación pública más brillantes los que, motu proprio, se responsabilizan de mezclar las dinámicas de clase de nuestras escuelas con enseñanzas tradicionales.
Si esto ocurriera, si la educación pública se inspirara en el método Montessori, se beneficiarían tanto las actuales escuelas del método como las de la educación pública.
Los profesionales, cada vez más, detectan la necesidad de ofrecer una educación holística. La educación holística se basa en la idea de despertar en el alumno la curiosidad por el aprendizaje y la ilusión por el esfuerzo productivo. No obstante, hablaremos de este concepto más adelante en nuestro blog.